lunes, 31 de marzo de 2014

Palabras y cajas














Metíamos palabras en cajas. Por fuera una etiqueta en la que escribíamos el nombre. Pero era 
dentro donde estaba la palabra.

Las apilábamos una sobre otra cubriendo las paredes del pasillo y las habitaciones, hasta llegar al techo.

Si abríamos una de ellas, dentro había un mundo y la caja nunca volvía a ocupar el mismo sitio. Si se 
abría de nuevo, el mundo ya era otro.

Así guardábamos el tiempo.











                                                                      Proyecto de instalación II
                                                                      (En el catálogo de la exposición "Palabra, lugar")


sábado, 29 de marzo de 2014

Como cuando éramos niños.


PALABRA, LUGAR
Exposición en el MUBAM





Como cuando éramos niños, y en el colegio nos llamaban y nos ordenaban por el apellido, y nosotros seguíamos con esa inercia del mundo dentro y el mundo fuera de la casa, y fuera éramos apellidos y dentro nombres.

Nos nombraban, sin recurrir al nombre.

Solo cuando quedas solo ante el recuerdo le pones nombre propio, propio de apropiación, propio de propiedad, de posesión.

Somos el recuerdo recordado, la palabra que usamos para nombrar la imagen que nació antes de ser nombrada.


Y esa palabra a veces la ponemos ante la fotografía de una realidad que estuvo allí, pero que no era nuestra, un canto de sirenas que nos llama a lanzarnos a las aguas de la melancolía. Para dar permanencia, para abrir puertas a lo que va camino de ser olvidado.





Antonio Gómez Ribelles

lunes, 17 de marzo de 2014

POEMAS DE ALBERTO SOLER


Publico tres de los magníficos poemas escritos por Alberto Soler para el catálogo de mi exposición en Granada. 

Una excelente colaboración, un gran poeta, un gran amigo.









CARACOLES


Está solo de nuevo.
Está dentro y no comprende la casa, su mirada no puede abarcarla.

No ve la casa pero ha encontrado el centro.
Una lengua nueva ha nacido en su mirada.






TODO ESTÁ ILUMINADO


No puedes. Quieres comprenderlo,
detenerlo, coleccionarlo, abarcarlo;
aprender la gramática del tiempo
para saber llamarla,
para convocar su luz,
para pronunciar su nombre.

Pero cuidado con esta ciencia.
Quien prefiere semillas olvida las flores.







EPÍLOGO

Mirar a borbotones, efusivamente.
Mirar a grito limpio, con propiedad.
Mirar largo y tendido.
Mirar por los codos, sin reservas, sin pensar.

Los ojos cargados, locuaces,
con palabras invencibles.



                                                    

                                                                                                                      Alberto Soler Soto

sábado, 15 de marzo de 2014

Había una casa.




Dos exposiciones me han llevado a Granada últimamente: la primera la exposición de las nuevas incorporaciones a la Colección de Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada, que con el título De un céfiro fecundo se expone en el Hospital Real, y la otra la exposición "Había una casa" donde mi obra habita una sala del mismo nombre que este blog, la sala El aljibe del Carmen de la Victoria, mirando a la Alhambra. 






Tengo que agradecer ambas cosas a la Universidad de Granada, El Centro de Cultura Contemporánea y la Colección de Arte Contemporáneo, y muy especialmente el interés, la ayuda y el esfuerzo de Francisco José Sánchez Montalbán, que tan bien dirige la Colección.

El catálogo recoge algunos textos míos, pero la obra va acompañada de los magníficos versos de Alberto Soler Soto, que hizo un trabajo de interiorización de los dibujos de pequeño formato que se presentan para desarrollar un poema de gran formato, de una hondura que se alcanza cuando uno se aproxima a lo querido, y se empapa.

Me he sentido muy querido por las muchas personas que me han acompañado en Granada, donde hemos vivido mucho más que una exposición a la sombra de la Alhambra. Gracias a todos.

Mi obra en la Colección



La sala El aljibe