El gran poeta y mejor amigo Antonio Marín Albalate posó para mí.
El resultado es, entre otros, este retrato, que sigue la serie empezada con Jose Alcaraz, y que irá creciendo poco a poco.
Y él, generoso como siempre, me dedica este excelente poema incluido en un libro inédito
titulado "Poemas de cuerpo presente". Gracias por todo.
Para Antonio Gómez Ribelles
Un bar, una lectura y la mirada
de mis palabras que al verte se callan.
Mis palabras, tristes como el silencio
de la cerveza cuando todo amarga
alrededor frente a tanta mordaza.
Mis palabras, mudas palabras, ante
tu inesperada y furtiva presencia…
Ah, imagen quieta del tiempo, amarilla
cabellera de mujer en cascada
cayendo del recuerdo al áspero papel
de mi voz, dime, si solamente eres
recuerdo: ¿por qué otra vez la herida,
el castigo de otra vez la herida
sangrando sombra sobre la vieja piel
de mis manos al nombrarte de nuevo?
¿Por qué otra vez la triste escritura?
¿Por qué, dime, de nuevo la nada del
fantasma del poema que nunca fuiste?
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