lunes, 28 de febrero de 2011

LUGAR

























No sentimos horror porque nos oprime una esfinge, soñamos una esfinge para explicar el horror que sentimos.

                                           Ragnarök  (El hacedor, 1960)
                                       J.L.Borges


La imagen de esa fotografía la tenía en el recuerdo desde hacía tanto tiempo. Tiempo en el cual no le había hecho más caso ni dado más importancia que a la puerta batiente de cristales azules que cerraba el pasillo o al Ave María de cerámica iluminando las noches  del recibidor. Por eso estaba allí inalterada, perfecta, en el sobre de la infancia.

Fue después, cuando ese objeto-foto se convirtió, sobre todos los demás, en una imagen-lugar que recogía las ausencias y el linaje, cuando aquella casa dejó de existir en la familia y ocupó el espacio mágico donde las cosas se hacen infinitas, donde esto que fue, vuelve a ser infinitamente.

Y así creo una imagen para ordenar el mundo.

Y no sintió por ver la foto, soñó esa foto para explicar lo que sentía.