Un amigo prometió visitar mi exposición. Se sienta ante un cuadro y se hace una foto que me envía para demostrarme que lo ha hecho. Él no sabe que no conozco sus zapatos, y que podía haber sido cualquiera de esos que visitan exposiciones haciéndose fotos, y se van corriendo, o que hacen el trabajo para los que no tienen ganas de ver eso que llaman obras de arte.
Pero luego me escribe un poema, y la cosa está clara, solo ha podido ser él. Magnífica visión de mis cuadros bajo la luz italiana y la ironía de Natxo.
Muchas gracias Natxo, por todo.
para
Antonio Gómez Ribelles
un puñado de cuadros
sobre los que
reposa
una luz italiana
una ciudad tomada por
la primavera
una caja vacía de galletas
y el hilo de la vida repartido
como un surco de plata derretida
sobre los lienzos
en otro tiempo blancos
y afuera lejos
mientras abril derrama
la sombra de su espalda sobre el suelo
su luz
sobre las azoteas sobre
los tangas imposibles de las chicas
que acuden a la facultad de letras
afuera digo
la vida resplandece
con su rumor de coches y de libros lejos
de un puñado de cuadros
(algunos pocos hombres
unas pocas mujeres)
sobre los que
reposa
una luz italiana
este momento
este paseo solitario
igual que un promenade de Mussorgsky
¿son acaso la prueba
de la felicidad?
un puñado de cuadros
una ciudad tomada por
la primavera
Natxo Vidal Guardiola
2 comentarios:
Me gusta mucho. La expo, por supuesto. Y el poema es de agradecer, desde luego.
Qué buena pareja han hecho siempre poesía y pintura.
Me gusta el poema, mucho (tenía razón Eliot, "April is the cruellest month", y en Murcia más...). Y la expo, pues eso, como dice Juande, "por supuesto"...
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